Quantcast
Channel: La Morada del Viajero » Camboya
Viewing all articles
Browse latest Browse all 10

Trabajo infantil en Camboya.

$
0
0

En la guerra y en la pobreza, los grandes damnificados son siempre los niños.

Esas pequeñas criaturas que con apenas tiempo en esta vida para poder merecer el más mínimo castigo son objeto de continuos abusos y discriminaciones: jornada laborales infinitas, violencia, malnutrición, abandono y, sobre todo, ninguna esperanza.

Pero si su situación es desgarradora e inhumana quizá te sorprenda saber que en cierto modo, se consideran unos afortunados. Ya que sus amigos, los que no trabajan, pasan las horas muertas esnifando pegamento o prostituyéndose. Una desgraciada de suerte la que les ha tocado vivir y por la que nadie está dispuesto a hacer nada.

Si después de esta vida hay otra, a estos niños sólo les deseo que sean reyes, princesas de cuento o futbolistas. Porque os aseguro que viendo sus caras, tengo la certeza de que se lo han ganado.

Cuán diferente es la vida dependiendo de la parte del mundo en la que te haya tocado nacer. Si estás leyendo esto has de saber que perteneces al 8% de la población más rica del planeta. Y no eres consciente ni de lejos de tu fortuna. No la económica, sino la humana.


En realidad, es prácticamente imposible ser consciente de la tragedia humana hasta que no aterrizas en países como Camboya y miras a sus niños a los ojos. Es duro, casi dramático. Sientes que algo se te desgarra en el interior. Porque cuando uno ha tenido una niñez plagada de cariño, abrazos, comida y regalos, no es consciente de las verdaderas penurias que un niño pequeño puede sufrir en sus propias carnes.


No es extraño ver niños de apenas 8 años construyendo su propia casa, cargando sacos de arena 14 horas al día, amasando pan en la calle o tratando de vender cualquier tipo de utensilio o souvenir por unas monedas que además tendrá que entregar a la persona que le explota.


Y en ocasiones, la explotación también es sexual. Se ve en las calles. Es un sentimiento nauseabundo. Dan ganas de acercarse educadamente a sus maduros acompañantes y aplicarles la Ley del Talión punto por punto. Coma por coma. Ojo por ojo. Diente por diente.
Pero lo más sorprendente, y a veces lo más duro, es que todos esos niños sonríen a pesar de todo. Dentro de sus infantiles cuerpos hay niños atrapados que sólo quieren ser eso, niños. Quieren jugar, divertirse, reír… Y cuando te acercas a ellos, les tienes la mano y les muestras un poco de cariño, lo primero que hacen es regalarte una sonrisa, que si alguna vez la recibes, nunca la olvidarás.

Nota del autor: Encontrar un vuelo barato a Camboya no es sencillo. Pero no debe preocuparte. Lo que te gastes de más en él, te lo ahorrarás allí en hoteles, vuelos internos, taxis y transporte en general.

Además, comer es prácticamente gratis. O al menos muy muy barato. En Phnom Penh, la Capital de Camboya, puedes comer en la calle por un par de dólares, euro y medio. En la costa, en Kep por ejemplo, por 5 ó 6 dólares tienes tanto cangrejo fresco que acabarás hartándote de él, y hoteles de lujo a unos 20 euros la noche, en habitación doble o, en algunos casos, en cabaña de lujo doble.

Por lo tanto, si no sabes a dónde viajar en el sureste asiático, visitar Camboya es una opción de lo más recomendable.

Share and Enjoy

  • Facebook
  • Twitter
  • Meneame
  • Email
  • Add to favorites
  • Google Reader
  • Digg
  • RSS
  • Delicious
  • StumbleUpon

Viewing all articles
Browse latest Browse all 10

Trending Articles